Reapertura de la Sala Egipcia del Museo
Luego de años de cuidadosa limpieza y restauración por parte de especialistas, la colección Egipcia vuelve a ser exhibida en la nueva sala del Museo de La Plata con el nombre “Fragmentos de historia a orillas del Nilo”.
La cultura del Antiguo Egipto es de una riqueza ilimitada y desde siempre ha generado curiosidad y preguntas en torno a la momificación, las técnicas de construcción de los grandes edificios y su vida cotidiana.
La colección egipcia conservada en el Museo de La Plata está compuesta por más de trescientas piezas que incluyen bloques de arenisca pertenecientes a dinteles, frisos, jambas de puertas con inscripciones de jeroglíficos, cerámicas y dos ataúdes con sus respectivas momias.
Los ataúdes y sus momias
La exhibición incluye a los ataúdes de Tadimentet y Herjwood, dos momias de la época tardía del Antiguo Egipto, adquiridas por Dardo Rocha y donadas al Museo a principios del siglo pasado.
Es destacable la nueva información generada a partir de los estudios recientes sobre las momias, que comprendieron el estudio no invasivo por imágenes en un tomógrafo para analizar las causas de su muerte y apreciar en detalle las partes ocultas de los milenarios cuerpos. Por otro lado, la nueva interpretación de las figuras y los jeroglíficos en los sarcófagos permitió una relectura de los mensajes.
Los restos momificados pertenecen a un período histórico que coincidió con dominio de las últimas dinastías faraónicas sobre el valle del Nilo. Aún así, su procedencia geográfica no ha sido determinada con exactitud, pero se supone que fueron extraídas de una necrópolis cercana a la ciudad de Menfis, por entonces capital de Egipto.
El complejo de Aksha
Los bloques de arenisca grabados con jeroglíficos que están expuestos pertenecieron a diferentes construcciones del complejo de Aksha, construidos en el período de Ramsés II (1279-1212 aC), y fueron traídos a Argentina luego de una extensa e importante campaña arqueológica de rescate.
En 1959 los gobiernos de Sudán y Egipto decidieron construir sobre el cauce del río Nilo una represa en Aswan, lo que traería como consecuencia la formación de un lago artificial en el valle, que cubriría una zona de enorme riqueza cultural.
La UNESCO realizó un llamado de alerta y Argentina participó del operativo de rescate arqueológico nombrando a cargo de un equipo de profesionales al egiptólogo Abraham Rosenvasser, quienes entre 1961 y 1963 realizaron tres campañas de excavación. Por este trabajo, Argentina recibió la donación de más de 300 piezas que hoy se encuentran en el Museo.
Los bloques hoy conservados en el Museo formaban parte de un templo, un depósito de granos y parte del palacio del gobernador, entre otros. A estas piezas se suman objetos cerámicos funerarios, hallados durante la expedición en cementerios cercanos al complejo y pertenecientes a otras culturas.
Fragmentos de historia a orillas del Nilo
La antigua sala permaneció abierta al público desde 1977 hasta 2005, cuando cerró para trabajar en la conservación de las piezas. Entre 2007 y fines de 2011, volvió a abrir sus puertas con una muestra reducida de la colección, mientras se procedió al restauro de los demás objetos.
Las diferencias esenciales con la sala anterior radican en los conceptos de exhibición, que antes buscaba reproducir un templo, mientras que los ataúdes con las momias se encontraban separados, en otra sala y englobados en otra temática.
La nueva disposición agrupa los objetos del Antiguo Egipto según conceptos generales y criterios temáticos que abarcan la misión arqueológica franco-argentina, la administración y la economía del imperio, la coronación del rey, Las guerras, la construcción y la inmortalidad, Ramsés II, el faraón y dios, La escritura, los Muertos y las tumbas.
La nueva Sala Egipcia es una muestra permanente que permitirá al visitante comprender una parte de la cultura egipcia y su concepción de la vida en el otro mundo como una prolongación de la vida en la tierra, así como los aspectos cotidianos y sus particularidades como sociedad.
La colección egipcia conservada en el Museo de La Plata está compuesta por más de trescientas piezas que incluyen bloques de arenisca pertenecientes a dinteles, frisos, jambas de puertas con inscripciones de jeroglíficos, cerámicas y dos ataúdes con sus respectivas momias.
Los ataúdes y sus momias
La exhibición incluye a los ataúdes de Tadimentet y Herjwood, dos momias de la época tardía del Antiguo Egipto, adquiridas por Dardo Rocha y donadas al Museo a principios del siglo pasado.
Es destacable la nueva información generada a partir de los estudios recientes sobre las momias, que comprendieron el estudio no invasivo por imágenes en un tomógrafo para analizar las causas de su muerte y apreciar en detalle las partes ocultas de los milenarios cuerpos. Por otro lado, la nueva interpretación de las figuras y los jeroglíficos en los sarcófagos permitió una relectura de los mensajes.
Los restos momificados pertenecen a un período histórico que coincidió con dominio de las últimas dinastías faraónicas sobre el valle del Nilo. Aún así, su procedencia geográfica no ha sido determinada con exactitud, pero se supone que fueron extraídas de una necrópolis cercana a la ciudad de Menfis, por entonces capital de Egipto.
El complejo de Aksha
Los bloques de arenisca grabados con jeroglíficos que están expuestos pertenecieron a diferentes construcciones del complejo de Aksha, construidos en el período de Ramsés II (1279-1212 aC), y fueron traídos a Argentina luego de una extensa e importante campaña arqueológica de rescate.
En 1959 los gobiernos de Sudán y Egipto decidieron construir sobre el cauce del río Nilo una represa en Aswan, lo que traería como consecuencia la formación de un lago artificial en el valle, que cubriría una zona de enorme riqueza cultural.
La UNESCO realizó un llamado de alerta y Argentina participó del operativo de rescate arqueológico nombrando a cargo de un equipo de profesionales al egiptólogo Abraham Rosenvasser, quienes entre 1961 y 1963 realizaron tres campañas de excavación. Por este trabajo, Argentina recibió la donación de más de 300 piezas que hoy se encuentran en el Museo.
Los bloques hoy conservados en el Museo formaban parte de un templo, un depósito de granos y parte del palacio del gobernador, entre otros. A estas piezas se suman objetos cerámicos funerarios, hallados durante la expedición en cementerios cercanos al complejo y pertenecientes a otras culturas.
Fragmentos de historia a orillas del Nilo
La antigua sala permaneció abierta al público desde 1977 hasta 2005, cuando cerró para trabajar en la conservación de las piezas. Entre 2007 y fines de 2011, volvió a abrir sus puertas con una muestra reducida de la colección, mientras se procedió al restauro de los demás objetos.
Las diferencias esenciales con la sala anterior radican en los conceptos de exhibición, que antes buscaba reproducir un templo, mientras que los ataúdes con las momias se encontraban separados, en otra sala y englobados en otra temática.
La nueva disposición agrupa los objetos del Antiguo Egipto según conceptos generales y criterios temáticos que abarcan la misión arqueológica franco-argentina, la administración y la economía del imperio, la coronación del rey, Las guerras, la construcción y la inmortalidad, Ramsés II, el faraón y dios, La escritura, los Muertos y las tumbas.
La nueva Sala Egipcia es una muestra permanente que permitirá al visitante comprender una parte de la cultura egipcia y su concepción de la vida en el otro mundo como una prolongación de la vida en la tierra, así como los aspectos cotidianos y sus particularidades como sociedad.